jueves, 10 de diciembre de 2015

ENTRADA

BIENVENIDO a este Blog, que está dedicado al libro de Arturo Pérez Reverte "LA REINA DEL SUR" Una historia cautivadora  hecha leyenda de Teresa Mendoza una mujer en un mundo de hombres. 



Es un trabajo hecho por estudiantes de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación para estudiantes. A lo largo de este Blog podrás encontrar, el libro en PDF, información sobre el autor, así como sinopsis de cada uno de los Capítulos.  



Déjanos tus comentarios y opiniones.




CAPÍTULOS

 
 CAP. 1. ME CAÍ DE LA NUBE EN LA QUE ANDABA


                     
 CAP. 5. LO QUE SEMBRÉ ALLÁ EN LA SIERRA

CAP. 6. ME ESTOY JUGANDO LA VIDA Y ME ESTOY JUGANDO LA SUERTE.



















CAPÍTULO 1. ME CAÍ DE LA NUBE EN LA QUE ANDABA

El primer capítulo, narra el autor la historia de Teresa Mendoza la mujer más buscada por las autoridades e involucrada con el narco. El autor realiza una narración de como vivió los momentos para obtener la última parte de este libro y con quienes se tuvo que enfrentar.


Teresa Mendoza es una mexicana nacida en el estado de Culiacán, Sinaloa quien se enamoró de Raimundo Dávila Parra conocido como el Güero. La historia comienza cuando un día ella se encontraba en su casa dando se una ducha en la bañera, a su lado tenia te quila y escuchaba música de un narcocorrido, cuando de repente empezó a sonar un celular, se dio cuenta en ese momento que no era el de ella, si no, era aquel celular que el Güero Dávila le dejo y le dijo que si algún día sonaba, era porque lo habían matado, y que corriera los mas que pudiera porque irían detrás de ella. Es así como Teresa Mendoza salió huyendo de la casa donde vivía, con el Güero Dávila,  ubicada en la colonia Chapultepec; tomo las cosas más necesarias dinero, su pasaporte, una bolsa y se cambió lo más rápido que pudo. 



Con miedo ella camina las calles esperando que no la encontraran, hasta que llego a unas casa donde solo Dávila se reunía nadie sabía de ese escondite pero no fue así porque mientras Teresa pensaba que hacer, como iba a escapa encontró un paquete de coca una pistola, dinero y todo lo guardo en su bolsa cuando de repente atrás de ella ya estaba el Gato Fierros y Pote González para acabar con ella. Ellos fueron enviados por Epifanio Vargas un hombre con mucho poder en Sinaloa. El Gato Fierros la empezó a golpear para aprovecharse de ella le desgarro la ropa de que lleva, su bolsa de Teresa se encontraba a un costado de ella alcanzo a tomar la pistola y le soltó un tiro de quijada al Gato Fierros y empezó a huir, acorrer lo más que pudo.  


CAPÍTULO. 2. DICEN QUE LO VÍO LA LEY PERO QUE SINTIERON FEO

En este capítulo, el periodista, comienza su investigación en Culiacano, Sinaloa. Entrevista a las primeras personas; Julio Bernal, Director Cultural del Municipio, y el escritor Elmer Mendoza; que le darían una vaga  referencia en los inicios de Teresa Mendoza, cuando ella no era nadie. 
Todo empezó con el “Güero Dávila”, un narco famoso, y otros personajes que de una u otra forma movieron los hilos en esta historia.
Julio Bernal que tenía una amiga que tenía un sobrino relacionado con los negocios de Cesar Batman Güemes; quien mato al Güero Dávila; lo invito a una fiesta y ahí convivio con el César Güemes.
En dicha fiesta el Güemes le conto quien era el “Güero Dávila”. Teresa Mendoza era una de tantas; jovencita, callada, la chava del narco. Solo eso.
El “Güero” era un narco cumplido, apuesto, simpático. Generoso con los amigos. Era el amigo del “Güemes”. El Güero empezó de joven, llevando hierba oculta en las cajuelas de los carros a la Unión Americana. Tiempo después se empeñó en volar y se pagó sus calces de aviación civil.   
Como piloto era bueno, el mejor, de los que  no tienen comparación. Adecuado para aterrizajes clandestinos en pequeñas pistas ocultas entre la sierra o para vuelos de baja altura. Fue llamado “El Rey de La Pista Corta”. El Güemes y el Güero eran socios.
Empezaron rumores de que el Güero trufaba mercancía suya entre la ajena, aprovechando los viajes para negocios propios.

Así que alguien le puso un cuatro. Se lo tendieron en la misma pista de aterrizaje. Cuando se vive torcido, no hay otra que trabajar derecho. Al momento de llegar a la pista no observo nada raro, así que, decidió aterrizar. Mientras aterrizaba alcanzo a ver una troca y muchos hombres; así que empozo a subir de nuevo. Todos los hombres en tierra le dispararon y hasta que se fue a estrella a cosa de  cien pasos.
Teresa, asustada, llamo a don Epifanio Vargas, que era, por así decirlo, un narco retirado; que había sabido cómo salirse de esos negocios y que ahora tenía los suyos, legales e ilegales.
Epifanio era amigo del Güero y él fue como su mentor. El Güero le tenía absoluta confianza. Así que Teresa también.
Don Epifanio accedió por teléfono a la cita. En la capillada de Malverde. Esa, Teresa, guardaba para él aquella agenda del Güero.
Al llegar don Epifanio a la capilla le explico que habían encontrado el cuerpo del primo del Güero y a toda su familia muerta. Que buscaban  algo. Teresa saco la agenda y se la entrego.
Don Epifanio le pregunta  at Teresa que si había leído algo de lo que ahí estaba escrito. Temblorosa le dice que no.
Don Epifanio se da la vuelta y camina hacia su troca. Teresa le pide ayuda. A lo que Epifanio le dice que no o puede hacer. . Que no se puede ver implicado en esos asuntos.
Terrea le pide que hable con ellos y que le diga que ella no sabe nada. A lo que Epifanio e niega.
Don Epifanio solo le puede recomendar que  se esconda, que  se vaya   del país  por un tiempo. Que se esconda bien.
La hembra de una narco. Una chava como tantas, callada, ni demasiado bonita ni demasiado fea. Es así como empieza la historia de La Reina del Sur.

CAPÍTULO 3. CUANDO LOS AÑOS PASEN



Dentro de este capítulo, el autor narra como fue su reencuentro con un ex comisario de policía, amigo suyo desde hace dos décadas, y a quien le cuestionaba acerca de Teresa Mendoza; fue en ese momento cuando al fin supo con más precisión y no por rumores, de la existencia de Santiago López Fisterra, alias El Gallego.

El ex comisario lo llevó con otro amigo suyo, Dris Larbi, mismo que le dio más información de la mexicana y mencionó que algún tiempo trabajo para él en un bar, pero nunca como puta, sino como camarera y cajera.


Durante el capítulo, se hace mención a que la llegada de Teresa a aquel bar en Marruecos, fue por favores de amigos de ella, de igual manera que se remonta a su vida en Sinaloa, a lado de el Güero Dávila; hasta que una ocasión, en el bar Yamila, donde ella trabajaba, conoce a un hombre bronceado y de hermosos ojos verdes, con un tatuaje de Cristo en la Cruz en el antebrazo derecho. Era El Gallego.

CAPÍTULO 4. VÁMONOS DONDE NADIE NOS JUZGUE

Este capítulo nos habla del musulmán Dris Larbi que era un hombre tranquilo, atento al negocio, no le gustaba meterse en la vida privada de sus chicas. Había cruzado la frontera a los 10 años con una caja de limpiabotas bajo el brazo y menos papeles de un conejo de monte, poseía de DNI  español, votaba en las elecciones y mataba a su cordero el día de Aid el Adha y pagaba impuestos sobre los beneficios declarados en sus negocios oficiales, tenía tres clubs de alterne que facilitaban el tráfico de migrantes él lo  llamaba (tránsito privado), donde llevaba 30 personas por el viaje con desembarcos clandestinos en las playas Andaluza, mediante barcos pesqueros, lanchas que salían de la costa marroquí, había recogido a Teresa con un par de coches y cuatro europeas para llevarla al otro lado de la frontera. Teresa la mejicanita que había llamado su atención por la forma en que se desenvolvía, veces la seguía, en una ocasión ella estaba con Santiago Fisterra apodado “El gallego” y decidió advertirle sobre que, era de los que no se quedaba o son  los que matan, pero ella sabía mucho más que él en esa cuestión. Y tanto lo sabía que tenía  una foto en la cartera de ella y el güero Dávila,  dónde le hacía recordar aquellos buenos momentos.

 Santiago Fisterra “El gallego” le comento a Teresa que se iba a ir de viaje por una semana por trabajo.  Santiago O Grove un gallego, proveniente de un pueblo de pescadores de la Ría Arosa, tenía 32 años de edad, trabajo para los amos da fume los capos de las redes contrabandistas que operaban en los Ríos Gallegos: Charlines, sito,  Minaco y hermanos Pernas, el informe de aduanas lo situaba en Villagarcía como patrón de una lancha planeadora del clan de los  Pedro Quiñones conocida familia de contrabandistas de tabaco. Su trabajo era  pilotear lanchas rápidas que alijaban la trasportación de tabaco y drogas.
 Un día mientras era perseguido Fisterra y su copiloto Lalo Veiga encendieron una luz para deslumbrar a los perseguidores y los aduaneros chocaron contra una batea, hubo como resultado  un muerto,  se rumoraba que Dris Larbi lo había delatado, para alejarlo de Teresa, pero no se comprobó su intervención.


Cuando Santiago regreso  un mes después, de su viaje Teresa se alegró  ya que no esperaba volver a verlo, le dijo que habían trincado a Lalo Veiga en una de sus  redadas, mientras eran perseguidos, Veiga cayó al agua y lo mataron, esa noche Santiago tuvo pesadillas y poco a poco le fue narrando a Teresa lo sucedido. Teresa desconcertada se miró en el espejo buscó la foto con el güero Dávila, la partió a la mitad guardo sólo la parte donde estaba ella y quemo la otra mitad.


CAPÍTULO 5. LO QUE SEMBRÉ ALLÁ EN LA SIERRA


El capítulo empieza con Teresa contemplaba el paisaje, el sonido de mar y la radio frecuencia. Además nos da una descripción del paisaje marroquí.
Teresa aprendió que lo malo no era la espera sino las cosas que imaginas mientras esperas.
Teresa reflexiona sobre el tiempo, el poder, placer y recuerdos así mismo ella viéndose más grande que antes.
Los recuerdos del Güero Dávila  y Culiacán, y el análisis que se hacia ella mirándose al espejo.
Nos habla acerca de Santiago Finisterra, de la vida de este,  su barco (descripción de cómo era) , sus negocios, su tecnología que tenía en el barco y como era la corrupción marroquí y la del norte.
Nos relata cómo conoció Óscar Lobato reportero del Diario Cádiz gracias a Santiago.
Nos da una descripción de los contrabandistas llanitos y sus mujeres.
Nos indica como a Teresa le gustaba la comida española en especial la del Bernal, los lugares que frecuentaba para desayunar o comer.
La mejicanita (Teresa) estaba feliz ya que el último año ella había aprendido mucho acerca de España, el mar, los barcos y del negocio además de siempre estar al pendiente de la Aduanera (patrullas y helicópteros).


CAPÍTULO 6. ME ESTOY JUGANDO LA VIDA Y ME ESTOY JUGANDO LA SUERTE

Se reúne para comer en un restaurante junto a la playa Cortadura con el periodista Óscar Lobato, a quien define como a una persona simpática y habladora.
Después de una copas de vino, Lobato comenzó a platicar de Teresa Mendoza sin que se lo pidiera; una mujer medio guapita, muy morena y de ojazos grandes, que tenía clase y no se juntaba con otras mujeres. Le platico lo que él veía en ella y lo que sucedía cuando la conoció, también describiendo la manera en que Teresa se mostraba ante su pareja, el gallego, con quien no se mostraba tan enamorada.
Durante la platica, también comentó que el gallego siempre cuestionaba a teresa y le encantaba hacerla enojar, hasta que un día la mexicana no cayó más y le contó del güero Dávila, a quien amo por vez primera, y, seguido de eso, le confeso que únicamente estaba a lado de él porque no tenía mejor sitio a donde ir y que la vida no empezaba coné﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽cheda no empezaba con a vida no empezaba con nfeso que amoradaar, hasta que un d de ojazos grandes, que teél y su pinche vergita  él y su pinche verga.


Después de un tiempo, antes de mandar una carga de hachís, Santiago (el gallego) le pidió a su notario Eddie Álvarez y a su hombre de confianza, el Cañabota, que desde ese momento todos los asuntos relacionados con el dinero y las cuentas bancarias le correspondían a Teresa, pero desde luego, estos dos hombres no estuvieron de acuerdo, ya que las mujeres, decían, se deben quedar en sus casas viendo novelas.
Teresa no paraba de hacer comparaciones entre el Güero y el Gallego, incluso estaba segura de que pudo llegar a amar al segundo, pero llegó en el momento equivocado.

Lobato le presentó al autor al piloto de Santiago y éste le cuestiono al respecto, saliendo al tema las travesías que figuraban en aquel tiempo para la realización de los bisnes – Y resulta tan peligroso para ellos, como para nosotros … Así era entonces, y sigue igual –

CAPÍTULO 7. ME MARCARON CON EL SIETE

Este capítulo no relato la vida de Teresa Mendoza al interior de la cárcel de mujeres, después de su accidente en el Puerto de Santa María.

Todavía era invierno y el rectángulo de la luz que se movía en dirección opuesta al sol. Calentaba sus huesos a medio soldar bajo el yeso del brazo derecho. A su alrededor, medio centenar de mujeres, charlaban en coros, sentadas como ellas al sol, también tumbadas de espaldas aprovechando para broncearse un poco, o pasaban en pequeños grupos de un lado a otro del patio, con la forma característica de caminar de las reclusas.  
La vida ahí adentro era una rutina. Todos los días era lo mismo para todas las reclusas. Fumaban tumbadas en el suelo aprovechando los rayos del sol, como lo hacía Teresa Mendoza.


Ahí dentro conocía a Patricia O´Farrell, apodada la “Teniente O´Farrell”. Entre las chicas se rumoraba un dato. O´Farrell era bisexual.
Ya con este dato, era de suponerse que la teniente O´Farrell quisiera ser amiga de Mendoza. Si, solo quería tener relaciones sexuales con ella. Aunque Mendoza no era así.
Estas dos solo estuvieron como compañeras de celda un año y luego salieron con diferencia de pocos meses.
Dentro de la prisión, en ese año; O´Farrell le organizó una fiesta de cumpleaños a Teresa; con alcohol, cigarros, drogas, pero sobretodo alcohol. En esa fiesta, la teniente O´Farrel le declara a Mendoza que le gustaba, mientras ella se masturbaba viéndola  a los ojos hasta llegar al clímax

Ya al término de esa fiesta la teniente le hizo una confesión  a la Mendoza. Decía que afuera tenía un tesoro escondido. Le dijo que saliendo de ese lugar iría a buscarlo y la Mendoza con ella. Juntas recuperarían ese tesoro.

CAPÍTULO 8. PECAS DE A KILO

Hay personas cuya buena suerte se hace a base de infortunios.- concluyo Eddie Álvares, ex licenciado de Teresa. Y ese fue el caso de Teresa  Mendoza.

Este capítulo  trata de cómo es que la mejicana, como muchas ya le decían, salió del el Puerto de Santa María.
La Mendoza, se decía, que había salido de allí, no gracias a Eddie Álvares, su licenciado; sino gracias a Patricia O´Farrell, cuyos abogados le hicieron el papeleo.

Según su abogado, argumentaba, que el tenia otras cosas que hacer y que lo de la mejicana estaba en punto muerto. Él no podía hace más. Según esto no le quedaba dinero y él no podía con ese caso,  no había con que pagarle.
Para esto, al salir la mexicana de la cárcel lo agarró por las pelotas, lo exprimió y lo dejo cuando ya no le era útil.
Antes de soltarlo, según, la había traicionado. Todo esto era una suposición; ya que, si esta hubiese sido, Eddie no seguiría con vida y no relataría esto.

Después de año y medio de rutina y orden estricto, Teresa arrastraba hábitos, que, al cabo de tres meses de libertad, aún la hacían sentirse más incómoda allí que tras las rejas.
O´Farrell había hecho algunas llamadas para conseguirle trabajo a la mejicana con un amigo llamado Tony que tenía un changarrito en las orillas de la playa, dándoles de comer a los turistas que por ahí andaban.
U na noche, Tony le aviso que tenía una llamada. Al contestar y decir bueno; reconoció rápidamente la voz. Año y medio oyéndola día y noche, era tiempo de sobra. Por eso sonrío y luego rió en voz alta, con franca alegría. Órale, mi teniente. Que padre oírle otra vez, carnalita, decía la Mendoza.

Después de tanto tiempo de estar afuera del as rejas y sentirse como bicho raro entre la sociedad, una voz conocida, le era de gran felicidad.
La teniente ya había salido.

El motivo de su llamada era para invitarla a una fiesta que le habían organizado sus hermanas.
Ya en la fiesta, después  de cruzar algunas palabras, ya habían bebido mucho las dos, pero no lo suficiente para caer y segur charlando.
La teniente le cuenta su historia de su tesoro.
Al término de su historia le dice la teniente que si sabía porque le había contado  todo eso. La mejicana asintió con la cabeza.

La tenienta se lo cuenta porque quería recuperar todo ese clavo de perico y quería que le ayudara a recuperar todo ese cargamento. Ella, la Mendoza, ya había hecho ese tipo de cosas increíbles. La Mendoza le pregunta que ella que ganaba con ayudarla. Ella le contesta que la mitad de todo. Salvo que quisiera seguir echa una pira en el changarrito. 

CAPÍTULO 9. TAMBIÉN LAS MUJERES PUEDEN

La relación entre Patricia O´Farrell y Teresa, los lugares donde paseaban. Sus viajes que hacía con ella en la lancha Zodiac.
Teresa descubre que Paty era solo una compañera para ella no una solución.
 Como Teresa y Paty conocieron a Oleg Yasikov y el negocio que hacían.
La discusión que tuvieron teresa y Paty en la Cueva.
La reunión de Oleg con Teresa y Paty en Puerto Banús, acerca de un nuevo  y gran negocio de drogas. En todo momento Oleg las analizaba minuciosamente a ellas. Como empezaron a hacer el negocio del dinero cuanto le iba a costar la droga , el material técnico como menciona Oleg. Como estaban tan nerviosas que en cualquier momento sabía que podían cagarla.

 Y fue así como Teresa Mendoza y Patricia O´Farrell se asociaron con la mafia Risa de Costa del Sol.

CAPÍTULO. 10. ESTOY EN EL RINCÓN DE UNA CANTINA


Pati y Teresa  van de compras a la plaza de la Marina a gastar dinero mucho dinero pero Teresa tiene otras cosas en la mente mucho más complejas, que el color de una chaqueta para llevar con los tejanos, muchas cosas dependían de ella y se preguntaba si deberás estaba preparada para asumir responsabilidades tan grandes, para Teresa vestir de un modo significaba dos objetivos: gustar a los hombres -sus hombres- y comodidad, para Paty la ropa significaba estado de ánimo carácter, poder, una viste como lo que es o como lo que quieres ser, la ropa debe de ajustarse a cada momento. Teresa pensaba en lo inteligente que era para ti pero pensaba en qué la podía mantener viva, además de su forma de tomar como tomaba y su noviecitas,  como se pone hasta la madre de Pericos.

 Eddie Álvarez el abogado y alteño que estuvo manejando el dinero de Santiago Fisterra y se ocupó de la defensa legal de Teresa. Cierto día Teresa lo sorprendió, él llegó a su apartamento prendió la luz y allí estaba Teresa en las escaleras de su casa, mientras Eddie recuperaba el aliento por el susto, Teresa le informaba despacio y con detalle el motivo de su visita, y no le reprocho el dinero desaparecido, ni el año y medio pasado en la cárcel, ni mucho menos como se lavó las manos en su defensa. 


-Quiero impresionarte- dijo Teresa, segura de que el bogado ya lo estaba desde hace una semana, cuando los diarios  publicaron que al sargento Iván Velasco le habían pegado seis navajazos, en el estacionamiento de una discoteca, mientras iba por su Mercedes nuevo, pero lo que de verdad afectaba a Eddie Álvarez era la defunción del sargento Velasco tres días después de que Antonio Martínez Romero alias "Antonio cañabota" aparecía  muerto, desnudo, solo con los calcetines, estrangulado y es que ellos dos habían estado en el asunto de punta castor. Teresa le dijo que necesitaba sus servicios -sólo unas cuantas sociedades y  unas cuentas bancarias, y tú dando la cara-.

La primera reunión formal tuvo lugar en un apartamento de Sotogrande que había comprado Pati, con otro nombre, a esa reunión acudieron Pati, Teresa Eddie Álvarez y Teo Aljarafe de 35 años, español, experto en derecho fiscal, e ingeniería financiera.

 Pati había presentado Teresa y Teo en el bar del hotel Coral Beach. Tras una larga reunión de negocios Pati dejo todo en manos de Teresa. Teo y Teresa comenzaron a acercarse, Pati le comentó que lo conocía desde niña y que se habían  acostado con él cuando era jóvenes, es una relación que se había convertido de tres. 

Teresa veía con frecuencia a Oleg Yasikov y así simpatizaba con el ruso grande y tranquilo, Teresa comenzó aproximarse al gánster ruso peligroso y necesario. Ella entendió que todo el mundo tiene su historia y que cuando una es bastante callada y paciente puede acabar conociéndola, eso era bueno y útil. Yasikov le había hablado sobre la los italianos Teresa lo discutió posteriormente con Paty O´Farrell  le dijo que los italianos querían una reunión con ellas porque necesitaban transporte fiable para su cocaína y querían que ellas los ayudaran con su infraestructura. El ruso le dijo Teresa que había mexicanos preguntando por ella.  Así pensando en sus recuerdos con el güero Dávila en una habitación del hotel Jerez, escuchando una canción de José Alfredo "Estoy en el rincón de una cantina" El güero le había contado que José Alfredo murió borracho componiendo sus ultimas canciones en cantinas, anotadas por sus amigos porque ya no era capaz de escribir.


Teo llego tarde a la firma de papeles a la bodega de Fernández Soto, después los tres se fueron a tomar una copa para celebrar, Pati dejo a Teo y a Teresa solos, pasó lo que tenia que pasar, se acostó con Teo, al despertar él ya no estaba, por lo que la mejicana se dio un baño y salió a caminar, cuando de pronto escuchó una canción mexicana, se sorprendió y volteó para encontrarse con una cantina mexicana llamada "El mariachi" entró en dicha cantina y pidió unos cuantos caballitos de tequila y una cerveza pacífico, estaba tan contenta que pidió una botella de tequila sin abrir y pago por unos discos de José Alfredo. Se fue al hotel a terminar la botella de tequila y escuchar los discos de José Alfredo mientras observaba su foto rota con el güero Dávila. Daba frío ser libre.

CAPÍTULO 11. YO NO SÉ MATAR PERO VOY A APRENDER

Nos describe  el cuartel de la Guardia Civil de Galapagar.
Como es que Nino Juárez de DOCS termino trabajando para ella (Teresa).
Teresa llego tan Alto según el Capitán Castro.
 Se le conocía como la Mejicana para ellos y los periodistas le pusieron el nombre de "La Reina el Sur".
Teresa Mendoza monto operaciones desde Sudamérica hasta Europa, las pista escondidas de Rif, la entrada a Europa por Casablanca (Marruecos), recluto a sus mejores pilotos.
Teresa por más que le buscaron las agencias internacionales nunca le pudieron probar nada a sabiendas de que ella mato o mataron por ella, negocio de las drogas, no se le pudo encontrar nada como dice el libro se dice que compró a la gente que la estaba investigando. Su afición por comprar libros.

Yasikov mencionándole a Teresa que llevara un arma por si salía algo mal en la operación pero ella no quiso por estar limpia.
Gracias  a Yasikov , Transer Naga pudo tener una ruta fiable para la cocaína.La reunión de Teresa con todos los implicados en la operación los rusos, la gente de Nino Juárez, Paty y los N´Drangheta.

CAPÍTULO 12. QUÉ TAL SI TE COMPRO

Teresa rodeada de herramientas ajustaba las nuevas hélices en la cola de dos cabezones trucados a 250 caballos. Pepe Hocajuela su mecánico de cabecera vigilaba la operación, Pepe era pequeño, casi diminuto, que en otro tiempo fue promesa del motociclismo. El doctor Román lo había descubierto buscando un mecánico que abriera los domingos. 


Los motores y la lancha eran de Teresa, terminando aquella operación se fue la parte trasera donde la esperaba Pote Gálvez, junto a la Cherokee aparcada entre palmeras y fue entonces cuando Teresa recordó que un año atrás había ido buscarla para agradecerle seguir vivo y  a pedirle trabajo, fue ahí donde cada mañana la esperaba, ahora su chofer, guardaespaldas, recadero, hombre para todo. 

La culminación de una buena etapa había llegado, cuatro cargas de la N´Drangheta estaban entregadas sin novedad y los italianos pedían más.

Nené Garou tocaba el hachís, además de la prostitución, el tráfico de armas cortas y el menudeo heroína  le había propuso a Teresa el transporte de un cuarto de tonelada de heroína colombiana Blackstar, ella simplemente dijo que no, el hachís era droga más o menos popular, la coca lujo de los pendejos que se la pagaban, pero la heroína era veneno para pobres y ella no se metía en esas chingaderas, el francés se lo tomo muy a pecho y se molestó, le dijo 
-ninguna mexicana me pisa los nuevos- Teresa apagó su cigarrillo y se marchó de aquella reunión, silenciosa meditaba cada uno de sus movimientos, fue entonces cuando decidió ir a pedir consejo al ruso Yasikov. Él le comentó que te había crecido mucho y ese problema venía incluido en el paquete sólo le comento una cosa y le dijo 
-Teresa recuerda que un problema sin resolver es como un cáncer Tarde o temprano te mata-.  Teresa ya sabía lo que debía hacer, así que decidió mandar a golpear a Garou sin mancharse las manos, dos norteamericanos le destrozaron la columna eso fue lo que él había explicado.


A lo largo del capítulo el autor nos narra su encuentro con Cucho Malaspina en el aeropuerto en Málagá, un periodista que también había escrito sobre la "Reina del Sur" y había sido bautizada por él se había enfocado más en sus lujos, poder y misterio.


 Teresa había comprado tantos apoyos políticos y policiales que era prácticamente vulnerable, hasta el punto de que el ministerio del interior filtro su dossier a la prensa, en un intento por difundir en forma de rumor información periodística lo que no puede aprobarse judicialmente, pero el tiro salió por la culata y Teresa se convirtío en una leyenda: una mujer en un mundo de hombres y duros. Cucho comenzó a contarle lo que sabía de Teresa que no le gustaban las fiestas,  siempre estaba sola en su casa y le gustaba caminar por la playa acompañada por su guardaespaldas, había comprado un gran yate llamado "El Sinaloa" donde pasaba temporadas a bordo solamente con sus guardaespaldas y la tripulación. 


Teo y Teresa se veían con más frecuencia, tenían relaciones de vez en cuando pero sin embargo Teo estaba preocupado por por Patricia ya que sus por excesos pronto terminarán con ella, vicios que pronto la llevarían al hospital y donde le dijo a Teresa que la dejara con su propia vida que era su amiga y que paga por ello, Teresa meditabunda pensaba si Teo era uno más de los experimentos de Pati.


CAPÍTULO 13. EN DOS Y TRESCIENTOS METROS LEVANTO LAS AVIONETAS

Teresa estaba en el puerto a lado del doctor, viendo pasar los helicópteros con el cargamento, mil quinientos kilos de colorhidrato de cocaína, en espera de que aterrizaran en cualquier momento.

Antes de entregar aquel cargamento se detuvieron a tomar algo, pero en ese momento, mientras Mendoza buscaba los cigarrillos de su chaqueta se estacionó un auto nissan verde con blanco, eran los de la Guardia Civil y nerviosos trataron de cubrir a la patrona, quien tranquilamente dijo ­–tranquilos, hoy no será el día en que nos chinguen–.




Anteriormente ya había tenido un encuentro con dos agentes de la Guardia Civil que la fueron a visitar a su casa para interrogarla sobre sus acciones en el import-export konstantin y prevenirla, o más bien, amenazarla sobre la colaboración de la Guardia con la DEA Norteamericana para la investigación de un cargamento de quince toneladas de permanganato de potasio en el puerto caribeño de Cartagena, sin embargo a ella poco pareció preocuparle ante los ojos de los agentes. Uno de los agentes continuó cuestionándola, quizá de ese modo la intimidaba, le hizo mención del cañabota preguntándole si se le sonaba, así como el hachís, la cocaína, los colombianos y los gallegos.
En noche buena, Teresa les dio el día libre a su gente, sólo se quedó con su hombre de confianza, Pote Gálvez, el único con quien compartía aquel recuerdo de Sinaloa y esa noche comenzaron a recordar.

El capítulo describe sus encuentros amorosos con Teo, alguien que le gustaba por ser culto y que a menudo la hacía reír y olvidarse de sus problemas pero ella estaba consciente que su relación no podía ir mas allá de sus negocios con la droga.