Teresa
rodeada de herramientas ajustaba las nuevas hélices en la cola de
dos cabezones trucados a 250 caballos. Pepe Hocajuela su mecánico de cabecera
vigilaba la operación, Pepe era pequeño, casi diminuto, que en otro tiempo fue
promesa del motociclismo. El doctor Román lo había descubierto buscando un
mecánico que abriera los domingos.
Los motores y la lancha eran de Teresa, terminando aquella operación se fue la parte trasera donde la esperaba Pote Gálvez, junto a la Cherokee aparcada entre palmeras y fue entonces cuando Teresa recordó que un año atrás había ido buscarla para agradecerle seguir vivo y a pedirle trabajo, fue ahí donde cada mañana la esperaba, ahora su chofer, guardaespaldas, recadero, hombre para todo.
La culminación de una buena etapa había llegado, cuatro cargas de la N´Drangheta estaban entregadas sin novedad y los italianos pedían más.
Nené Garou tocaba el hachís, además de la prostitución, el tráfico de armas cortas y el menudeo heroína le había propuso a Teresa el transporte de un cuarto de tonelada de heroína colombiana Blackstar, ella simplemente dijo que no, el hachís era droga más o menos popular, la coca lujo de los pendejos que se la pagaban, pero la heroína era veneno para pobres y ella no se metía en esas chingaderas, el francés se lo tomo muy a pecho y se molestó, le dijo
-ninguna mexicana me pisa los nuevos- Teresa apagó su cigarrillo y se marchó de aquella reunión, silenciosa meditaba cada uno de sus movimientos, fue entonces cuando decidió ir a pedir consejo al ruso Yasikov. Él le comentó que te había crecido mucho y ese problema venía incluido en el paquete sólo le comento una cosa y le dijo
-Teresa recuerda que un problema sin resolver es como un cáncer Tarde o temprano te mata-. Teresa ya sabía lo que debía hacer, así que decidió mandar a golpear a Garou sin mancharse las manos, dos norteamericanos le destrozaron la columna eso fue lo que él había explicado.
Los motores y la lancha eran de Teresa, terminando aquella operación se fue la parte trasera donde la esperaba Pote Gálvez, junto a la Cherokee aparcada entre palmeras y fue entonces cuando Teresa recordó que un año atrás había ido buscarla para agradecerle seguir vivo y a pedirle trabajo, fue ahí donde cada mañana la esperaba, ahora su chofer, guardaespaldas, recadero, hombre para todo.
La culminación de una buena etapa había llegado, cuatro cargas de la N´Drangheta estaban entregadas sin novedad y los italianos pedían más.
Nené Garou tocaba el hachís, además de la prostitución, el tráfico de armas cortas y el menudeo heroína le había propuso a Teresa el transporte de un cuarto de tonelada de heroína colombiana Blackstar, ella simplemente dijo que no, el hachís era droga más o menos popular, la coca lujo de los pendejos que se la pagaban, pero la heroína era veneno para pobres y ella no se metía en esas chingaderas, el francés se lo tomo muy a pecho y se molestó, le dijo
-ninguna mexicana me pisa los nuevos- Teresa apagó su cigarrillo y se marchó de aquella reunión, silenciosa meditaba cada uno de sus movimientos, fue entonces cuando decidió ir a pedir consejo al ruso Yasikov. Él le comentó que te había crecido mucho y ese problema venía incluido en el paquete sólo le comento una cosa y le dijo
-Teresa recuerda que un problema sin resolver es como un cáncer Tarde o temprano te mata-. Teresa ya sabía lo que debía hacer, así que decidió mandar a golpear a Garou sin mancharse las manos, dos norteamericanos le destrozaron la columna eso fue lo que él había explicado.
A
lo largo del capítulo el autor nos narra su encuentro con Cucho Malaspina en
el aeropuerto en Málagá, un periodista que también había escrito sobre la "Reina
del Sur" y había sido bautizada por él se había enfocado más en sus lujos,
poder y misterio.
Teresa había comprado tantos apoyos políticos y policiales que era prácticamente vulnerable, hasta el punto de que el ministerio del interior filtro su dossier a la prensa, en un intento por difundir en forma de rumor información periodística lo que no puede aprobarse judicialmente, pero el tiro salió por la culata y Teresa se convirtío en una leyenda: una mujer en un mundo de hombres y duros. Cucho comenzó a contarle lo que sabía de Teresa que no le gustaban las fiestas, siempre estaba sola en su casa y le gustaba caminar por la playa acompañada por su guardaespaldas, había comprado un gran yate llamado "El Sinaloa" donde pasaba temporadas a bordo solamente con sus guardaespaldas y la tripulación.
Teo y Teresa se veían con más frecuencia, tenían relaciones de vez en cuando pero sin embargo Teo estaba preocupado por por Patricia ya que sus por excesos pronto terminarán con ella, vicios que pronto la llevarían al hospital y donde le dijo a Teresa que la dejara con su propia vida que era su amiga y que paga por ello, Teresa meditabunda pensaba si Teo era uno más de los experimentos de Pati.
Teresa había comprado tantos apoyos políticos y policiales que era prácticamente vulnerable, hasta el punto de que el ministerio del interior filtro su dossier a la prensa, en un intento por difundir en forma de rumor información periodística lo que no puede aprobarse judicialmente, pero el tiro salió por la culata y Teresa se convirtío en una leyenda: una mujer en un mundo de hombres y duros. Cucho comenzó a contarle lo que sabía de Teresa que no le gustaban las fiestas, siempre estaba sola en su casa y le gustaba caminar por la playa acompañada por su guardaespaldas, había comprado un gran yate llamado "El Sinaloa" donde pasaba temporadas a bordo solamente con sus guardaespaldas y la tripulación.
Teo y Teresa se veían con más frecuencia, tenían relaciones de vez en cuando pero sin embargo Teo estaba preocupado por por Patricia ya que sus por excesos pronto terminarán con ella, vicios que pronto la llevarían al hospital y donde le dijo a Teresa que la dejara con su propia vida que era su amiga y que paga por ello, Teresa meditabunda pensaba si Teo era uno más de los experimentos de Pati.
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