jueves, 10 de diciembre de 2015

CAPÍTULO. 10. ESTOY EN EL RINCÓN DE UNA CANTINA


Pati y Teresa  van de compras a la plaza de la Marina a gastar dinero mucho dinero pero Teresa tiene otras cosas en la mente mucho más complejas, que el color de una chaqueta para llevar con los tejanos, muchas cosas dependían de ella y se preguntaba si deberás estaba preparada para asumir responsabilidades tan grandes, para Teresa vestir de un modo significaba dos objetivos: gustar a los hombres -sus hombres- y comodidad, para Paty la ropa significaba estado de ánimo carácter, poder, una viste como lo que es o como lo que quieres ser, la ropa debe de ajustarse a cada momento. Teresa pensaba en lo inteligente que era para ti pero pensaba en qué la podía mantener viva, además de su forma de tomar como tomaba y su noviecitas,  como se pone hasta la madre de Pericos.

 Eddie Álvarez el abogado y alteño que estuvo manejando el dinero de Santiago Fisterra y se ocupó de la defensa legal de Teresa. Cierto día Teresa lo sorprendió, él llegó a su apartamento prendió la luz y allí estaba Teresa en las escaleras de su casa, mientras Eddie recuperaba el aliento por el susto, Teresa le informaba despacio y con detalle el motivo de su visita, y no le reprocho el dinero desaparecido, ni el año y medio pasado en la cárcel, ni mucho menos como se lavó las manos en su defensa. 


-Quiero impresionarte- dijo Teresa, segura de que el bogado ya lo estaba desde hace una semana, cuando los diarios  publicaron que al sargento Iván Velasco le habían pegado seis navajazos, en el estacionamiento de una discoteca, mientras iba por su Mercedes nuevo, pero lo que de verdad afectaba a Eddie Álvarez era la defunción del sargento Velasco tres días después de que Antonio Martínez Romero alias "Antonio cañabota" aparecía  muerto, desnudo, solo con los calcetines, estrangulado y es que ellos dos habían estado en el asunto de punta castor. Teresa le dijo que necesitaba sus servicios -sólo unas cuantas sociedades y  unas cuentas bancarias, y tú dando la cara-.

La primera reunión formal tuvo lugar en un apartamento de Sotogrande que había comprado Pati, con otro nombre, a esa reunión acudieron Pati, Teresa Eddie Álvarez y Teo Aljarafe de 35 años, español, experto en derecho fiscal, e ingeniería financiera.

 Pati había presentado Teresa y Teo en el bar del hotel Coral Beach. Tras una larga reunión de negocios Pati dejo todo en manos de Teresa. Teo y Teresa comenzaron a acercarse, Pati le comentó que lo conocía desde niña y que se habían  acostado con él cuando era jóvenes, es una relación que se había convertido de tres. 

Teresa veía con frecuencia a Oleg Yasikov y así simpatizaba con el ruso grande y tranquilo, Teresa comenzó aproximarse al gánster ruso peligroso y necesario. Ella entendió que todo el mundo tiene su historia y que cuando una es bastante callada y paciente puede acabar conociéndola, eso era bueno y útil. Yasikov le había hablado sobre la los italianos Teresa lo discutió posteriormente con Paty O´Farrell  le dijo que los italianos querían una reunión con ellas porque necesitaban transporte fiable para su cocaína y querían que ellas los ayudaran con su infraestructura. El ruso le dijo Teresa que había mexicanos preguntando por ella.  Así pensando en sus recuerdos con el güero Dávila en una habitación del hotel Jerez, escuchando una canción de José Alfredo "Estoy en el rincón de una cantina" El güero le había contado que José Alfredo murió borracho componiendo sus ultimas canciones en cantinas, anotadas por sus amigos porque ya no era capaz de escribir.


Teo llego tarde a la firma de papeles a la bodega de Fernández Soto, después los tres se fueron a tomar una copa para celebrar, Pati dejo a Teo y a Teresa solos, pasó lo que tenia que pasar, se acostó con Teo, al despertar él ya no estaba, por lo que la mejicana se dio un baño y salió a caminar, cuando de pronto escuchó una canción mexicana, se sorprendió y volteó para encontrarse con una cantina mexicana llamada "El mariachi" entró en dicha cantina y pidió unos cuantos caballitos de tequila y una cerveza pacífico, estaba tan contenta que pidió una botella de tequila sin abrir y pago por unos discos de José Alfredo. Se fue al hotel a terminar la botella de tequila y escuchar los discos de José Alfredo mientras observaba su foto rota con el güero Dávila. Daba frío ser libre.

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