Teresa Mendoza quería encontrar el momento adecuado para
decirle a Teo que sería padre, pero ese momento nunca llegó, ya que pronto se
enteró que la traicionó y la delató mientras iba en entrega de un cargamento a
mar abierto, pensó en hablar con él después de los operativos pero no pudo
resignarse al dolor que ella sentía. Incluso, lo platicó con Pote entre unos
tequilas y música, platican de los narcocorridos que son escritos por grupos
norteños como los Tigres de Norte o los Tucanes entre otros y que ellos
narraban historias reales mediante su música.
Después de una larga conversación tomo la decisión de
desaparecerlo, creo que era lo mejor para ella, el trabajo se lo dejo a Pote
Gálvez y él se encargó de liquidarlo en un jate; y así fue como Teo desapareció
de la vida de Teresa.
Después el comandante
Ledezma y autoridades gringas de la DEA le aconsejan a Mendoza que declare en
México todo sobre Epifanio Vargas, situación que incito a Teresa a aceptar
puesto que con la propuesta estaba su
respaldo y su translado seguro a Sinaloa.
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