jueves, 10 de diciembre de 2015

CAPÍTULO 17. LA MITAD DE MI COPA DEJÉ SERVIDA

Teresa Mendoza llego a México al estado de Culiacán, Sinaloa después de doce años, donde pensó que tendría recuerdos que removerían sus sentimientos, se instaló en la casa de la colonia Chapultepec en la que alguna vez, vivió con el Güero Dávila.


 Su llegada fue muy sonada en todo Sinaloa la Procuraduría del Gobierno de la República ya la estaba esperando, para realizar su declaración; la casa donde habitaba estaba rodeada por las autoridades, policías federales y militares. Su llegada no fue muy bien recibida por don Epifanio porque sabía que ella regreso aclarar cuentas pendientes. Teresa decidió reunirse con don Epifanio Vargas, fue en el mismo lugar donde hace doce años él, ayudo para que huyera, el templo de Malverde.



Ella, llegó primero, recordó aquel momento en que ella se tenía con miedo y no sabía qué pasaría con su vida. Sentada estaba, con  música, cigarrillos y tequila la encontró don Epifanio, le dijo que estaba muy cambiada que no la había reconocido le dijo para había regresado a Sinaloa, Teresa le respondió a resolver un pendientes y en ese momento le dijo que ella ya sabía que el mando a matar a su hombre el Güero.
Don Epifanio le dijo tu sabes cómo son las reglas en Sinaloa y se tienen que cumplir, ya no se respetan niños ni mujeres. 


Después de una larga conversación Teresa Mendoza regreso a casa, era un día lluvioso cuando de repente se escucharon ruidos, se vieron sombras había mucho movimiento, Teresa se encontraba con Pote Gálvez platicando y recordando momentos cuando se empezaron a escuchar ruidos por la casa, era el momento que la estaban atacando y seguramente don Epifanio la quería ver muerta para que no destruyera su carrera política. Tantos disparos se escuchaban y entre tantas balas le toco a Pote y ahí quedo uno más de sus compañeros, ella pudo escapar, no pudieron con ella. Era la hora de declarar en la Procuraduría, a fuera la rodeaban periodistas, fotógrafos y platica el autor que él, se encontraba en ese momento; pudo obsérvala después de que salió de su declaración, se subió a una camioneta negra, de lejos puedo observar que llevaba en la mano un trozo de papel y quizá era la foto del Güero Dávila, que en ese momento la destruyo en cachitos. La carrera política de don Epifanio Vargas se había acabado en ese momento quien fue arrestado.

De Teresa Mendoza no se supo nada algunos dice que cambio su personalidad y que vive en los Estados Unidos, Florida o quizá se encuentra en Europa con su hija o hijo.


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