BIENVENIDO a este Blog, que está dedicado al libro de Arturo Pérez Reverte"LA REINA DEL SUR" Una historia cautivadora hecha leyenda de Teresa Mendoza una mujer en un mundo de hombres.
Es un trabajo hecho por estudiantes de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación para estudiantes. A lo largo de este Blog podrás encontrar, el libro en PDF, información sobre el autor, así como sinopsis de cada uno de los Capítulos.
El primer capítulo, narra el
autor la historia de Teresa Mendoza la mujer más buscada por las autoridades e
involucrada con el narco. El autor realiza una narración de como vivió los
momentos para obtener la última parte de este libro y con quienes se tuvo que
enfrentar.
Teresa Mendoza es una mexicana nacida
en el estado de Culiacán, Sinaloa quien se enamoró de Raimundo Dávila Parra
conocido como el Güero. La historia comienza cuando un día ella se encontraba
en su casa dando se una ducha en la bañera, a su lado tenia te quila y
escuchaba música de un narcocorrido, cuando de repente empezó a sonar un
celular, se dio cuenta en ese momento que no era el de ella, si no, era aquel
celular que el Güero Dávila le dejo y le dijo que si algún día sonaba, era
porque lo habían matado, y que corriera los mas que pudiera porque irían detrás
de ella. Es así como Teresa Mendoza salió huyendo de la casa donde vivía, con
el Güero Dávila, ubicada en la colonia
Chapultepec; tomo las cosas más necesarias dinero, su pasaporte, una bolsa y se
cambió lo más rápido que pudo.
Con miedo ella camina las calles esperando que
no la encontraran, hasta que llego a unas casa donde solo Dávila se reunía
nadie sabía de ese escondite pero no fue así porque mientras Teresa pensaba que
hacer, como iba a escapa encontró un paquete de coca una pistola, dinero y todo
lo guardo en su bolsa cuando de repente atrás de ella ya estaba el Gato Fierros
y Pote González para acabar con ella. Ellos fueron enviados por Epifanio Vargas
un hombre con mucho poder en Sinaloa. El Gato Fierros la empezó a golpear para
aprovecharse de ella le desgarro la ropa de que lleva, su bolsa de Teresa se
encontraba a un costado de ella alcanzo a tomar la pistola y le soltó un tiro
de quijada al Gato Fierros y empezó a huir, acorrer lo más que pudo.
En este capítulo, el
periodista, comienza su investigación en Culiacano, Sinaloa. Entrevista a las
primeras personas; Julio Bernal, Director Cultural del Municipio, y el escritor
Elmer Mendoza; que le darían una vaga referencia en los inicios de Teresa Mendoza,
cuando ella no era nadie.
Todo empezó con el “Güero
Dávila”, un narco famoso, y otros personajes que de una u otra forma movieron
los hilos en esta historia.
Julio Bernal que tenía una
amiga que tenía un sobrino relacionado con los negocios de Cesar Batman Güemes;
quien mato al Güero Dávila; lo invito a una fiesta y ahí convivio con el César
Güemes.
En dicha fiesta el Güemes le
conto quien era el “Güero Dávila”. Teresa Mendoza era una de tantas; jovencita,
callada, la chava del narco. Solo eso.
El “Güero” era un narco
cumplido, apuesto, simpático. Generoso con los amigos. Era el amigo del
“Güemes”. El Güero empezó de joven, llevando hierba oculta en las cajuelas de
los carros a la Unión Americana. Tiempo después se empeñó en volar y se pagó
sus calces de aviación civil.
Como piloto era bueno, el
mejor, de los que no tienen comparación.
Adecuado para aterrizajes clandestinos en pequeñas pistas ocultas entre la
sierra o para vuelos de baja altura. Fue llamado “El Rey de La Pista Corta”. El
Güemes y el Güero eran socios.
Empezaron rumores de que el
Güero trufaba mercancía suya entre la ajena, aprovechando los viajes para
negocios propios.
Así que alguien le puso un
cuatro. Se lo tendieron en la misma pista de aterrizaje. Cuando se vive
torcido, no hay otra que trabajar derecho. Al momento de llegar a la pista no
observo nada raro, así que, decidió aterrizar. Mientras aterrizaba alcanzo a
ver una troca y muchos hombres; así que empozo a subir de nuevo. Todos los
hombres en tierra le dispararon y hasta que se fue a estrella a cosa de cien pasos.
Teresa, asustada, llamo a don
Epifanio Vargas, que era, por así decirlo, un narco retirado; que había sabido cómo
salirse de esos negocios y que ahora tenía los suyos, legales e ilegales.
Epifanio era amigo del Güero y
él fue como su mentor. El Güero le tenía absoluta confianza. Así que Teresa
también.
Don Epifanio accedió por
teléfono a la cita. En la capillada de Malverde. Esa, Teresa, guardaba para él
aquella agenda del Güero.
Al llegar don Epifanio a la
capilla le explico que habían encontrado el cuerpo del primo del Güero y a toda
su familia muerta. Que buscaban algo.
Teresa saco la agenda y se la entrego.
Don Epifanio le pregunta at Teresa que si había leído algo de lo que
ahí estaba escrito. Temblorosa le dice que no.
Don Epifanio se da la vuelta y
camina hacia su troca. Teresa le pide ayuda. A lo que Epifanio le dice que no o
puede hacer. . Que no se puede ver implicado en esos asuntos.
Terrea le pide que hable con
ellos y que le diga que ella no sabe nada. A lo que Epifanio e niega.
Don Epifanio solo le puede
recomendar que se esconda, que se vaya
del país por un tiempo. Que se
esconda bien.
La hembra de una narco. Una
chava como tantas, callada, ni demasiado bonita ni demasiado fea. Es así como
empieza la historia de La Reina del Sur.
Dentro de este capítulo, el
autor narra como fue su reencuentro con un ex comisario de policía, amigo suyo
desde hace dos décadas, y a quien le cuestionaba acerca de Teresa Mendoza; fue
en ese momento cuando al fin supo con más precisión y no por rumores, de la
existencia de Santiago López Fisterra, alias El Gallego.
El ex comisario lo llevó
con otro amigo suyo, Dris Larbi, mismo que le dio más información de la
mexicana y mencionó que algún tiempo trabajo para él en un bar, pero nunca como
puta, sino como camarera y cajera.
Durante el capítulo, se
hace mención a que la llegada de Teresa a aquel bar en Marruecos, fue por
favores de amigos de ella, de igual manera que se remonta a
su vida en Sinaloa, a lado de el Güero Dávila; hasta que una ocasión, en el bar
Yamila, donde ella trabajaba, conoce a un hombre bronceado y de hermosos ojos
verdes, con un tatuaje de Cristo en la Cruz en el antebrazo derecho. Era El
Gallego.
Este
capítulo nos habla del musulmán Dris Larbi que era un hombre tranquilo, atento
al negocio, no le gustaba meterse en la vida privada de sus chicas. Había
cruzado la frontera a los 10 años con una caja de limpiabotas bajo el brazo y
menos papeles de un conejo de monte, poseía de DNI español, votaba en las elecciones y mataba a
su cordero el día de Aid el Adha y pagaba impuestos sobre los beneficios
declarados en sus negocios oficiales, tenía tres clubs de alterne que
facilitaban el tráfico de migrantes él lo llamaba (tránsito privado), donde llevaba 30
personas por el viaje con desembarcos clandestinos en las playas Andaluza,
mediante barcos pesqueros, lanchas que salían de la costa marroquí, había
recogido a Teresa con un par de coches y cuatro europeas para llevarla al otro
lado de la frontera. Teresa la mejicanita que había llamado su atención por la
forma en que se desenvolvía, veces la seguía, en una ocasión ella estaba con
Santiago Fisterra apodado “El gallego” y decidió advertirle sobre que, era de
los que no se quedaba o son los que matan,
pero ella sabía mucho más que él en esa cuestión. Y tanto lo sabía que tenía una foto en la cartera de ella y el güero
Dávila, dónde le hacía recordar aquellos
buenos momentos.
Santiago Fisterra “El gallego” le comento a
Teresa que se iba a ir de viaje por una semana por trabajo. Santiago O Grove un gallego, proveniente de
un pueblo de pescadores de la Ría Arosa, tenía 32 años de edad, trabajo para
los amos da fume los capos de las redes contrabandistas que operaban en los
Ríos Gallegos: Charlines, sito, Minaco y
hermanos Pernas, el informe de aduanas lo situaba en Villagarcía como patrón de
una lancha planeadora del clan de los Pedro Quiñones conocida familia de
contrabandistas de tabaco. Su trabajo era pilotear lanchas rápidas que alijaban la
trasportación de tabaco y drogas.
Un día mientras era perseguido Fisterra y su
copiloto Lalo Veiga encendieron una luz para deslumbrar a los perseguidores y
los aduaneros chocaron contra una batea, hubo como resultado un muerto, se rumoraba que Dris Larbi lo había delatado,
para alejarlo de Teresa, pero no se comprobó su intervención.
Cuando Santiago
regreso un mes después, de su viaje
Teresa se alegró ya que no esperaba volver
a verlo, le dijo que habían trincado a Lalo Veiga en una de sus redadas, mientras eran perseguidos, Veiga cayó
al agua y lo mataron, esa noche Santiago tuvo pesadillas y poco a poco le fue
narrando a Teresa lo sucedido. Teresa desconcertada se miró en el espejo buscó
la foto con el güero Dávila, la partió a la mitad guardo sólo la parte donde
estaba ella y quemo la otra mitad.
El capítulo empieza con Teresa contemplaba el paisaje, el
sonido de mar y la radio frecuencia. Además nos da una descripción del paisaje
marroquí.
Teresa aprendió que lo malo no era la espera sino las cosas
que imaginas mientras esperas.
Teresa reflexiona sobre el tiempo, el poder, placer y
recuerdos así mismo ella viéndose más grande que antes.
Los recuerdos del Güero Dávila y Culiacán, y el análisis que se hacia ella
mirándose al espejo.
Nos habla acerca de Santiago Finisterra, de la vida de este,
su barco (descripción de cómo era) , sus
negocios, su tecnología que tenía en el barco y como era la corrupción marroquí
y la del norte.
Nos relata cómo conoció Óscar Lobato reportero del Diario
Cádiz gracias a Santiago.
Nos da una descripción de los contrabandistas llanitos y sus
mujeres.
Nos indica como a Teresa le gustaba la comida española en
especial la del Bernal, los lugares que frecuentaba para desayunar o comer.
La mejicanita (Teresa) estaba feliz ya que el último año
ella había aprendido mucho acerca de España, el mar, los barcos y del negocio
además de siempre estar al pendiente de la Aduanera (patrullas y helicópteros).
Se reúne para comer en un
restaurante junto a la playa Cortadura con el periodista Óscar Lobato, a quien
define como a una persona simpática y habladora.
Después de una copas de
vino, Lobato comenzó a platicar de Teresa Mendoza sin que se lo pidiera; una
mujer medio guapita, muy morena y de ojazos grandes, que tenía clase y no se
juntaba con otras mujeres. Le platico lo que él veía en ella y lo que sucedía
cuando la conoció, también describiendo la manera en que Teresa se mostraba
ante su pareja, el gallego, con quien no se mostraba tan enamorada.
Durante la platica, también
comentó que el gallego siempre cuestionaba a teresa y le encantaba hacerla
enojar, hasta que un día la mexicana no cayó más y le contó del güero Dávila, a
quien amo por vez primera, y, seguido de eso, le confeso que únicamente estaba
a lado de él porque no tenía mejor sitio a donde ir y que la vida no empezaba
coné﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽cheda no empezaba con a
vida no empezaba con nfeso que amoradaar, hasta que un d de ojazos grandes, que
teél y su pinche vergita él y su
pinche verga.
Después de un tiempo, antes
de mandar una carga de hachís, Santiago (el gallego) le pidió a su notario Eddie
Álvarez y a su hombre de confianza, el Cañabota, que desde ese momento todos
los asuntos relacionados con el dinero y las cuentas bancarias le correspondían
a Teresa, pero desde luego, estos dos hombres no estuvieron de acuerdo, ya que
las mujeres, decían, se deben quedar en
sus casas viendo novelas.
Teresa no paraba de hacer
comparaciones entre el Güero y el Gallego, incluso estaba segura de que pudo
llegar a amar al segundo, pero llegó en el momento equivocado.
Lobato le presentó al autor al piloto de
Santiago y éste le cuestiono al respecto, saliendo al tema las travesías que
figuraban en aquel tiempo para la realización de los bisnes – Y resulta tan peligroso para ellos, como para nosotros …
Así era entonces, y sigue igual –.
Este capítulo no relato la
vida de Teresa Mendoza al interior de la cárcel de mujeres, después de su
accidente en el Puerto de Santa María.
Todavía era invierno y el
rectángulo de la luz que se movía en dirección opuesta al sol. Calentaba sus
huesos a medio soldar bajo el yeso del brazo derecho. A su alrededor, medio
centenar de mujeres, charlaban en coros, sentadas como ellas al sol, también
tumbadas de espaldas aprovechando para broncearse un poco, o pasaban en
pequeños grupos de un lado a otro del patio, con la forma característica de
caminar de las reclusas.
La vida ahí adentro era una
rutina. Todos los días era lo mismo para todas las reclusas. Fumaban tumbadas
en el suelo aprovechando los rayos del sol, como lo hacía Teresa Mendoza.
Ahí dentro conocía a Patricia
O´Farrell, apodada la “Teniente O´Farrell”. Entre las chicas se rumoraba un
dato. O´Farrell era bisexual.
Ya con este dato, era de
suponerse que la teniente O´Farrell quisiera ser amiga de Mendoza. Si, solo
quería tener relaciones sexuales con ella. Aunque Mendoza no era así.
Estas dos solo estuvieron como
compañeras de celda un año y luego salieron con diferencia de pocos meses.
Dentro de la prisión, en ese
año; O´Farrell le organizó una fiesta de cumpleaños a Teresa; con alcohol,
cigarros, drogas, pero sobretodo alcohol. En esa fiesta, la teniente O´Farrel le
declara a Mendoza que le gustaba, mientras ella se masturbaba viéndola a los ojos hasta llegar al clímax
Ya al término de esa fiesta la
teniente le hizo una confesión a la
Mendoza. Decía que afuera tenía un tesoro escondido. Le dijo que saliendo de
ese lugar iría a buscarlo y la Mendoza con ella. Juntas recuperarían ese tesoro.
Hay
personas cuya buena suerte se hace a base de infortunios.- concluyo Eddie Álvares, ex licenciado de Teresa. Y ese fue el caso de Teresa Mendoza.
Este capítulo trata de cómo es que la mejicana, como muchas
ya le decían, salió del el Puerto de Santa María.
La Mendoza, se decía, que
había salido de allí, no gracias a Eddie Álvares, su licenciado; sino gracias a
Patricia O´Farrell, cuyos abogados le hicieron el papeleo.
Según su abogado, argumentaba,
que el tenia otras cosas que hacer y que lo de la mejicana estaba en punto
muerto. Él no podía hace más. Según esto no le quedaba dinero y él no podía con
ese caso, no había con que pagarle.
Para esto, al salir la
mexicana de la cárcel lo agarró por las pelotas, lo exprimió y lo dejo cuando
ya no le era útil.
Antes de soltarlo, según, la
había traicionado. Todo esto era una suposición; ya que, si esta hubiese sido,
Eddie no seguiría con vida y no relataría esto.
Después de año y medio de
rutina y orden estricto, Teresa arrastraba hábitos, que, al cabo de tres meses
de libertad, aún la hacían sentirse más incómoda allí que tras las rejas.
O´Farrell había hecho algunas llamadas
para conseguirle trabajo a la mejicana con un amigo llamado Tony que tenía un
changarrito en las orillas de la playa, dándoles de comer a los turistas que
por ahí andaban.
U na noche, Tony le aviso que tenía
una llamada. Al contestar y decir bueno; reconoció rápidamente la voz. Año y
medio oyéndola día y noche, era tiempo de sobra. Por eso sonrío y luego rió en
voz alta, con franca alegría. Órale, mi teniente. Que padre oírle otra vez,
carnalita, decía la Mendoza.
Después de tanto tiempo de
estar afuera del as rejas y sentirse como bicho raro entre la sociedad, una voz
conocida, le era de gran felicidad.
La teniente ya había salido.
El motivo de su llamada era
para invitarla a una fiesta que le habían organizado sus hermanas.
Ya en la fiesta, después de cruzar algunas palabras, ya habían bebido
mucho las dos, pero no lo suficiente para caer y segur charlando.
La teniente le cuenta su
historia de su tesoro.
Al término de su historia le
dice la teniente que si sabía porque le había contado todo eso. La mejicana asintió con la cabeza.
La tenienta se lo cuenta
porque quería recuperar todo ese clavo de perico y quería que le ayudara a
recuperar todo ese cargamento. Ella, la Mendoza, ya había hecho ese tipo de
cosas increíbles. La Mendoza le pregunta que ella que ganaba con ayudarla. Ella
le contesta que la mitad de todo. Salvo que quisiera seguir echa una pira en el
changarrito.
La relación entre Patricia O´Farrell y Teresa, los lugares
donde paseaban. Sus viajes que hacía con ella en la lancha Zodiac.
Teresa descubre que Paty era solo una compañera para ella no
una solución.
Como Teresa y Paty
conocieron a Oleg Yasikov y el negocio que hacían.
La discusión que tuvieron teresa y Paty en la Cueva.
La reunión de Oleg con Teresa y Paty en Puerto Banús, acerca
de un nuevo y gran negocio de drogas. En
todo momento Oleg las analizaba minuciosamente a ellas. Como empezaron a hacer
el negocio del dinero cuanto le iba a costar la droga , el material técnico
como menciona Oleg. Como estaban tan nerviosas que en cualquier momento sabía
que podían cagarla.
Y fue así como Teresa
Mendoza y Patricia O´Farrell se asociaron con la mafia Risa de Costa del Sol.
Pati y Teresa van de compras a la plaza de la Marina a gastar dinero mucho dinero pero
Teresa tiene otras cosas en la mente mucho más complejas, que el color de una
chaqueta para llevar con los tejanos, muchas cosas dependían de ella y se
preguntaba si deberás estaba preparada para asumir responsabilidades tan
grandes, para Teresa vestir de un modo significaba dos objetivos: gustar a los
hombres -sus hombres- y comodidad, para Paty la ropa significaba estado de
ánimo carácter, poder, una viste como lo que es o como lo que quieres ser, la
ropa debe de ajustarse a cada momento. Teresa pensaba en lo inteligente que era
para ti pero pensaba en qué la podía mantener viva, además de su forma de tomar
como tomaba y su noviecitas, como se
pone hasta la madre de Pericos.
Eddie Álvarez el abogado y alteño que estuvo
manejando el dinero de Santiago Fisterra y se ocupó de la defensa legal de
Teresa. Cierto día Teresa lo sorprendió, él llegó a su
apartamento prendió la luz y allí estaba Teresa en las escaleras de su casa, mientras Eddie recuperaba el aliento por el susto, Teresa le informaba despacio y con
detalle el motivo de su visita, y no le reprocho el dinero desaparecido, ni el
año y medio pasado en la cárcel, ni mucho menos como se lavó las manos en su
defensa.
-Quiero impresionarte- dijo Teresa, segura de que el bogado ya lo estaba
desde hace una semana, cuando los diarios publicaron que al sargento Iván Velasco
le habían pegado seis navajazos, en el estacionamiento de una discoteca, mientras
iba por su Mercedes nuevo, pero lo que de verdad afectaba a Eddie Álvarez era la
defunción del sargento Velasco tres días después de que Antonio Martínez Romero
alias "Antonio cañabota" aparecía muerto, desnudo, solo con los calcetines,
estrangulado y es que ellos dos habían estado en el asunto de punta castor.
Teresa le dijo que necesitaba sus servicios -sólo unas cuantas sociedades y unas cuentas bancarias, y tú dando la cara-.
La
primera reunión formal tuvo lugar en un apartamento de Sotogrande que
había comprado Pati, con otro nombre, a esa reunión acudieron Pati, Teresa Eddie Álvarez y Teo Aljarafe de 35 años, español, experto en derecho fiscal, e ingeniería financiera. Pati había presentado Teresa y Teo en el bar del hotel Coral Beach.
Tras una larga reunión de negocios Pati dejo todo en manos de Teresa. Teo y Teresa comenzaron a acercarse, Pati le comentó que lo conocía desde niña y que se
habían acostado con él cuando era jóvenes, es una relación que se había
convertido de tres. Teresa veía con frecuencia a Oleg Yasikov y así simpatizaba con el
ruso grande y tranquilo, Teresa comenzó aproximarse al gánster ruso
peligroso y necesario. Ella entendió que todo el mundo tiene su historia y
que cuando una es bastante callada y paciente puede acabar conociéndola, eso
era bueno y útil. Yasikov le había hablado sobre la los italianos
Teresa lo discutió posteriormente con Paty O´Farrell le dijo que los
italianos querían una reunión con ellas porque necesitaban transporte fiable
para su cocaína y querían que ellas los ayudaran con su infraestructura. El ruso
le dijo Teresa que había mexicanos preguntando por ella. Así pensando en sus
recuerdos con el güero Dávila en una habitación del hotel Jerez, escuchando una
canción de José Alfredo "Estoy en el rincón de una cantina" El güero
le había contado que José Alfredo murió borracho componiendo sus ultimas canciones en cantinas, anotadas por sus amigos porque ya no era capaz de escribir.
Teo
llego tarde a la firma de papeles a la bodega de Fernández Soto, después los tres se fueron a tomar una
copa para celebrar, Pati dejo a Teo y a Teresa solos, pasó lo que tenia que pasar, se acostó con Teo, al despertar él ya no estaba, por lo que la mejicana se
dio un baño y salió a caminar, cuando de pronto escuchó una canción mexicana, se sorprendió
y volteó para encontrarse con una cantina mexicana llamada "El mariachi" entró en dicha cantina y pidió unos cuantos caballitos de tequila y una cerveza pacífico, estaba tan contenta que pidió una botella de tequila sin abrir y pago por unos discos de José Alfredo. Se fue al hotel a terminar la botella de tequila y escuchar
los discos de José Alfredo mientras observaba su foto rota con el güero Dávila.
Daba frío ser libre.
Nos describe el
cuartel de la Guardia Civil de Galapagar.
Como es que Nino Juárez de DOCS termino trabajando para ella (Teresa).
Teresa llego tan Alto según el Capitán Castro.
Se le conocía como la Mejicana para ellos y los
periodistas le pusieron el nombre de "La Reina el Sur".
Teresa Mendoza monto operaciones desde Sudamérica hasta
Europa, las pista escondidas de Rif, la entrada a Europa por Casablanca
(Marruecos), recluto a sus mejores pilotos.
Teresa por más que le buscaron las agencias
internacionales nunca le pudieron probar nada a sabiendas de que ella mato o
mataron por ella, negocio de las drogas, no se le pudo encontrar nada como dice
el libro se dice que compró a la gente que la estaba investigando. Su afición por comprar libros.
Yasikov mencionándole a Teresa que llevara un arma por si
salía algo mal en la operación pero ella no quiso por estar limpia.
Gracias a Yasikov , Transer
Naga pudo tener una ruta fiable para la cocaína.La reunión de Teresa con todos los implicados en la
operación los rusos, la gente de Nino Juárez, Paty y los N´Drangheta.
Teresa
rodeada de herramientas ajustaba las nuevas hélices en la cola de
dos cabezones trucados a 250 caballos. Pepe Hocajuela su mecánico de cabecera
vigilaba la operación, Pepe era pequeño, casi diminuto, que en otro tiempo fue
promesa del motociclismo. El doctor Román lo había descubierto buscando un
mecánico que abriera los domingos.
Los motores y la lancha eran de Teresa, terminando aquella operación se fue la parte trasera donde la esperaba Pote Gálvez, junto a la Cherokee aparcada entre palmeras y fue entonces cuando Teresa
recordó que un año atrás había ido buscarla para agradecerle seguir vivo y a pedirle trabajo, fue ahí donde cada mañana la esperaba, ahora su chofer, guardaespaldas, recadero, hombre para todo. La culminación de una buena etapa había llegado, cuatro cargas de la N´Drangheta estaban entregadas sin
novedad y los italianos pedían más. Nené Garou tocaba el hachís, además de la
prostitución, el tráfico de armas cortas y el menudeo heroína le había propuso a
Teresa el transporte de un cuarto de tonelada de heroína colombiana Blackstar,
ella simplemente dijo que no, el hachís era droga más o menos popular, la coca lujo de los pendejos
que se la pagaban, pero la heroína era veneno para pobres y ella no se metía en
esas chingaderas, el francés se lo tomo muy a pecho y se molestó, le dijo -ninguna mexicana me pisa los nuevos- Teresa apagó su cigarrillo y se marchó de
aquella reunión, silenciosa meditaba cada uno de sus movimientos, fue entonces
cuando decidió ir a pedir consejo al ruso Yasikov. Él le comentó que te había crecido mucho y ese problema venía incluido en el paquete sólo le comento una
cosa y le dijo -Teresa recuerda que un problema sin resolver es como un cáncer
Tarde o temprano te mata-. Teresa ya sabía lo que debía hacer, así que decidió mandar a golpear a Garou sin mancharse las manos, dos norteamericanos le destrozaron la columna eso
fue lo que él había explicado.
A
lo largo del capítulo el autor nos narra su encuentro con Cucho Malaspina en
el aeropuerto en Málagá, un periodista que también había escrito sobre la "Reina
del Sur" y había sido bautizada por él se había enfocado más en sus lujos,
poder y misterio.
Teresa había comprado tantos apoyos políticos y policiales
que era prácticamente vulnerable, hasta el punto de que el ministerio del
interior filtro su dossier a la prensa, en un intento por difundir en forma de
rumor información periodística lo que no puede aprobarse judicialmente, pero el
tiro salió por la culata y Teresa se convirtío en una leyenda: una mujer en un mundo
de hombres y duros. Cucho comenzó a contarle lo que sabía de Teresa que
no le gustaban las fiestas, siempre estaba sola en su casa y le gustaba
caminar por la playa acompañada por su guardaespaldas, había comprado un gran
yate llamado "El Sinaloa" donde pasaba temporadas a bordo solamente con sus
guardaespaldas y la tripulación. Teo y Teresa se veían con más frecuencia, tenían relaciones de vez en cuando pero sin embargo Teo estaba preocupado por
por Patricia ya que sus por excesos pronto terminarán con ella, vicios que
pronto la llevarían al hospital y donde le dijo a Teresa que la dejara con su
propia vida que era su amiga y que paga por ello, Teresa meditabunda pensaba si Teo
era uno más de los experimentos de Pati.
Teresa estaba en el puerto a lado del
doctor, viendo pasar los helicópteros con el cargamento, mil quinientos kilos
de colorhidrato de cocaína, en espera de que aterrizaran en cualquier momento.
Antes de entregar aquel cargamento se
detuvieron a tomar algo, pero en ese momento, mientras Mendoza buscaba los
cigarrillos de su chaqueta se estacionó un auto nissan verde con blanco, eran
los de la Guardia Civil y nerviosos trataron de cubrir a la patrona, quien
tranquilamente dijo –tranquilos, hoy no será el día en que nos chinguen–.
Anteriormente ya había tenido un
encuentro con dos agentes de la Guardia Civil que la fueron a visitar a su casa
para interrogarla sobre sus acciones en el import-export konstantin y
prevenirla, o más bien, amenazarla sobre la colaboración de la Guardia con la
DEA Norteamericana para la investigación de un cargamento de quince toneladas
de permanganato de potasio en el puerto caribeño de Cartagena, sin embargo a
ella poco pareció preocuparle ante los ojos de los agentes. Uno de los agentes
continuó cuestionándola, quizá de ese modo la intimidaba, le hizo mención del
cañabota preguntándole si se le sonaba, así como el hachís, la cocaína, los
colombianos y los gallegos.
En noche buena, Teresa les dio el día
libre a su gente, sólo se quedó con su hombre de confianza, Pote Gálvez, el
único con quien compartía aquel recuerdo de Sinaloa y esa noche comenzaron a
recordar.
El capítulo describe sus encuentros
amorosos con Teo, alguien que le gustaba por ser culto y que a menudo la hacía
reír y olvidarse de sus problemas pero ella estaba consciente que su relación
no podía ir mas allá de sus negocios con la droga.