jueves, 10 de diciembre de 2015

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BIENVENIDO a este Blog, que está dedicado al libro de Arturo Pérez Reverte "LA REINA DEL SUR" Una historia cautivadora  hecha leyenda de Teresa Mendoza una mujer en un mundo de hombres. 



Es un trabajo hecho por estudiantes de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación para estudiantes. A lo largo de este Blog podrás encontrar, el libro en PDF, información sobre el autor, así como sinopsis de cada uno de los Capítulos.  



Déjanos tus comentarios y opiniones.




CAPÍTULOS

 
 CAP. 1. ME CAÍ DE LA NUBE EN LA QUE ANDABA


                     
 CAP. 5. LO QUE SEMBRÉ ALLÁ EN LA SIERRA

CAP. 6. ME ESTOY JUGANDO LA VIDA Y ME ESTOY JUGANDO LA SUERTE.



















CAPÍTULO 1. ME CAÍ DE LA NUBE EN LA QUE ANDABA

El primer capítulo, narra el autor la historia de Teresa Mendoza la mujer más buscada por las autoridades e involucrada con el narco. El autor realiza una narración de como vivió los momentos para obtener la última parte de este libro y con quienes se tuvo que enfrentar.


Teresa Mendoza es una mexicana nacida en el estado de Culiacán, Sinaloa quien se enamoró de Raimundo Dávila Parra conocido como el Güero. La historia comienza cuando un día ella se encontraba en su casa dando se una ducha en la bañera, a su lado tenia te quila y escuchaba música de un narcocorrido, cuando de repente empezó a sonar un celular, se dio cuenta en ese momento que no era el de ella, si no, era aquel celular que el Güero Dávila le dejo y le dijo que si algún día sonaba, era porque lo habían matado, y que corriera los mas que pudiera porque irían detrás de ella. Es así como Teresa Mendoza salió huyendo de la casa donde vivía, con el Güero Dávila,  ubicada en la colonia Chapultepec; tomo las cosas más necesarias dinero, su pasaporte, una bolsa y se cambió lo más rápido que pudo. 



Con miedo ella camina las calles esperando que no la encontraran, hasta que llego a unas casa donde solo Dávila se reunía nadie sabía de ese escondite pero no fue así porque mientras Teresa pensaba que hacer, como iba a escapa encontró un paquete de coca una pistola, dinero y todo lo guardo en su bolsa cuando de repente atrás de ella ya estaba el Gato Fierros y Pote González para acabar con ella. Ellos fueron enviados por Epifanio Vargas un hombre con mucho poder en Sinaloa. El Gato Fierros la empezó a golpear para aprovecharse de ella le desgarro la ropa de que lleva, su bolsa de Teresa se encontraba a un costado de ella alcanzo a tomar la pistola y le soltó un tiro de quijada al Gato Fierros y empezó a huir, acorrer lo más que pudo.  


CAPÍTULO. 2. DICEN QUE LO VÍO LA LEY PERO QUE SINTIERON FEO

En este capítulo, el periodista, comienza su investigación en Culiacano, Sinaloa. Entrevista a las primeras personas; Julio Bernal, Director Cultural del Municipio, y el escritor Elmer Mendoza; que le darían una vaga  referencia en los inicios de Teresa Mendoza, cuando ella no era nadie. 
Todo empezó con el “Güero Dávila”, un narco famoso, y otros personajes que de una u otra forma movieron los hilos en esta historia.
Julio Bernal que tenía una amiga que tenía un sobrino relacionado con los negocios de Cesar Batman Güemes; quien mato al Güero Dávila; lo invito a una fiesta y ahí convivio con el César Güemes.
En dicha fiesta el Güemes le conto quien era el “Güero Dávila”. Teresa Mendoza era una de tantas; jovencita, callada, la chava del narco. Solo eso.
El “Güero” era un narco cumplido, apuesto, simpático. Generoso con los amigos. Era el amigo del “Güemes”. El Güero empezó de joven, llevando hierba oculta en las cajuelas de los carros a la Unión Americana. Tiempo después se empeñó en volar y se pagó sus calces de aviación civil.   
Como piloto era bueno, el mejor, de los que  no tienen comparación. Adecuado para aterrizajes clandestinos en pequeñas pistas ocultas entre la sierra o para vuelos de baja altura. Fue llamado “El Rey de La Pista Corta”. El Güemes y el Güero eran socios.
Empezaron rumores de que el Güero trufaba mercancía suya entre la ajena, aprovechando los viajes para negocios propios.

Así que alguien le puso un cuatro. Se lo tendieron en la misma pista de aterrizaje. Cuando se vive torcido, no hay otra que trabajar derecho. Al momento de llegar a la pista no observo nada raro, así que, decidió aterrizar. Mientras aterrizaba alcanzo a ver una troca y muchos hombres; así que empozo a subir de nuevo. Todos los hombres en tierra le dispararon y hasta que se fue a estrella a cosa de  cien pasos.
Teresa, asustada, llamo a don Epifanio Vargas, que era, por así decirlo, un narco retirado; que había sabido cómo salirse de esos negocios y que ahora tenía los suyos, legales e ilegales.
Epifanio era amigo del Güero y él fue como su mentor. El Güero le tenía absoluta confianza. Así que Teresa también.
Don Epifanio accedió por teléfono a la cita. En la capillada de Malverde. Esa, Teresa, guardaba para él aquella agenda del Güero.
Al llegar don Epifanio a la capilla le explico que habían encontrado el cuerpo del primo del Güero y a toda su familia muerta. Que buscaban  algo. Teresa saco la agenda y se la entrego.
Don Epifanio le pregunta  at Teresa que si había leído algo de lo que ahí estaba escrito. Temblorosa le dice que no.
Don Epifanio se da la vuelta y camina hacia su troca. Teresa le pide ayuda. A lo que Epifanio le dice que no o puede hacer. . Que no se puede ver implicado en esos asuntos.
Terrea le pide que hable con ellos y que le diga que ella no sabe nada. A lo que Epifanio e niega.
Don Epifanio solo le puede recomendar que  se esconda, que  se vaya   del país  por un tiempo. Que se esconda bien.
La hembra de una narco. Una chava como tantas, callada, ni demasiado bonita ni demasiado fea. Es así como empieza la historia de La Reina del Sur.

CAPÍTULO 3. CUANDO LOS AÑOS PASEN



Dentro de este capítulo, el autor narra como fue su reencuentro con un ex comisario de policía, amigo suyo desde hace dos décadas, y a quien le cuestionaba acerca de Teresa Mendoza; fue en ese momento cuando al fin supo con más precisión y no por rumores, de la existencia de Santiago López Fisterra, alias El Gallego.

El ex comisario lo llevó con otro amigo suyo, Dris Larbi, mismo que le dio más información de la mexicana y mencionó que algún tiempo trabajo para él en un bar, pero nunca como puta, sino como camarera y cajera.


Durante el capítulo, se hace mención a que la llegada de Teresa a aquel bar en Marruecos, fue por favores de amigos de ella, de igual manera que se remonta a su vida en Sinaloa, a lado de el Güero Dávila; hasta que una ocasión, en el bar Yamila, donde ella trabajaba, conoce a un hombre bronceado y de hermosos ojos verdes, con un tatuaje de Cristo en la Cruz en el antebrazo derecho. Era El Gallego.

CAPÍTULO 4. VÁMONOS DONDE NADIE NOS JUZGUE

Este capítulo nos habla del musulmán Dris Larbi que era un hombre tranquilo, atento al negocio, no le gustaba meterse en la vida privada de sus chicas. Había cruzado la frontera a los 10 años con una caja de limpiabotas bajo el brazo y menos papeles de un conejo de monte, poseía de DNI  español, votaba en las elecciones y mataba a su cordero el día de Aid el Adha y pagaba impuestos sobre los beneficios declarados en sus negocios oficiales, tenía tres clubs de alterne que facilitaban el tráfico de migrantes él lo  llamaba (tránsito privado), donde llevaba 30 personas por el viaje con desembarcos clandestinos en las playas Andaluza, mediante barcos pesqueros, lanchas que salían de la costa marroquí, había recogido a Teresa con un par de coches y cuatro europeas para llevarla al otro lado de la frontera. Teresa la mejicanita que había llamado su atención por la forma en que se desenvolvía, veces la seguía, en una ocasión ella estaba con Santiago Fisterra apodado “El gallego” y decidió advertirle sobre que, era de los que no se quedaba o son  los que matan, pero ella sabía mucho más que él en esa cuestión. Y tanto lo sabía que tenía  una foto en la cartera de ella y el güero Dávila,  dónde le hacía recordar aquellos buenos momentos.

 Santiago Fisterra “El gallego” le comento a Teresa que se iba a ir de viaje por una semana por trabajo.  Santiago O Grove un gallego, proveniente de un pueblo de pescadores de la Ría Arosa, tenía 32 años de edad, trabajo para los amos da fume los capos de las redes contrabandistas que operaban en los Ríos Gallegos: Charlines, sito,  Minaco y hermanos Pernas, el informe de aduanas lo situaba en Villagarcía como patrón de una lancha planeadora del clan de los  Pedro Quiñones conocida familia de contrabandistas de tabaco. Su trabajo era  pilotear lanchas rápidas que alijaban la trasportación de tabaco y drogas.
 Un día mientras era perseguido Fisterra y su copiloto Lalo Veiga encendieron una luz para deslumbrar a los perseguidores y los aduaneros chocaron contra una batea, hubo como resultado  un muerto,  se rumoraba que Dris Larbi lo había delatado, para alejarlo de Teresa, pero no se comprobó su intervención.


Cuando Santiago regreso  un mes después, de su viaje Teresa se alegró  ya que no esperaba volver a verlo, le dijo que habían trincado a Lalo Veiga en una de sus  redadas, mientras eran perseguidos, Veiga cayó al agua y lo mataron, esa noche Santiago tuvo pesadillas y poco a poco le fue narrando a Teresa lo sucedido. Teresa desconcertada se miró en el espejo buscó la foto con el güero Dávila, la partió a la mitad guardo sólo la parte donde estaba ella y quemo la otra mitad.


CAPÍTULO 5. LO QUE SEMBRÉ ALLÁ EN LA SIERRA


El capítulo empieza con Teresa contemplaba el paisaje, el sonido de mar y la radio frecuencia. Además nos da una descripción del paisaje marroquí.
Teresa aprendió que lo malo no era la espera sino las cosas que imaginas mientras esperas.
Teresa reflexiona sobre el tiempo, el poder, placer y recuerdos así mismo ella viéndose más grande que antes.
Los recuerdos del Güero Dávila  y Culiacán, y el análisis que se hacia ella mirándose al espejo.
Nos habla acerca de Santiago Finisterra, de la vida de este,  su barco (descripción de cómo era) , sus negocios, su tecnología que tenía en el barco y como era la corrupción marroquí y la del norte.
Nos relata cómo conoció Óscar Lobato reportero del Diario Cádiz gracias a Santiago.
Nos da una descripción de los contrabandistas llanitos y sus mujeres.
Nos indica como a Teresa le gustaba la comida española en especial la del Bernal, los lugares que frecuentaba para desayunar o comer.
La mejicanita (Teresa) estaba feliz ya que el último año ella había aprendido mucho acerca de España, el mar, los barcos y del negocio además de siempre estar al pendiente de la Aduanera (patrullas y helicópteros).